Es este corto camino llamado vida tan patético como creemos o solamente las cosas patéticas son las que nos apagan nuestra vida.
Vivimos con sufrimiento, con miedo a la muerte, con angustia de perder nuestros afectos, con rabia por las cosas malas que nos pasan.
Pero igual tenemos que vivir, tratando de superar todas las cosas que nos van llegando a nuestras vidas porque todo pasa queramos o no.
Es difícil pensar lo que es en si la vida.
A veces se torna un juego, otras es un trabajo y otras es soledad o compañía.
Estamos ahora acá y eso es lo que cuenta porque solo importa este momento, no el que viene o el que paso, solo este porque es el único que estás viviendo, por lo tanto es importante que cada uno de nosotros sé de cuenta de lo valioso que es poder estar acá; No importa si uno esta enfermo, solo, triste, deprimido, ya que ante todo esto hay que tener bien sabido que lo que en realidad cuenta es el poder estar.
Es difícil poder escribir estas palabras de aliento y que todos las quieran escuchar porque no hay oído más sordo que el de una persona resignada.
Muchas cosas pasan en esta vida que uno no entiende porqué tienen que pasar, pero es así como tiene que ser.
Cuesta mucho vivir porque, cuesta la vida. Desgraciadamente se llego al momento en que la vida no se valora sino que se le pone un valor.
Seria hermoso poder tener esa inocencia que poseemos de chicos de por vida. Esa en la cual el mundo que nos rodeaba era algo mágico, fuera de nuestro entendimiento en el cual con solo las simples cosas de la vida nos alcanzaba para llenar nuestros corazones de alegría y nuestro rostro de una sonrisa imborrable.
Desgraciadamente esto ocurre y no lo podemos evitar. A medida que crecemos vamos perdiendo la inocencia de nuestras almas hasta llegar al momento de no poder recuperarla jamás.
Al llegar a esa etapa nuestra vida cambia y para siempre, entonces es ahí cuando damos ese gigantesco paso para pasar a una vida totalmente distinta a la que conocíamos.
Ahora somos otras personas en otro mundo en el cual parecemos una gran colmena en la que nos despertamos y nos acostamos haciendo siempre lo mismo, día tras día.
Pero son los momentos que pasamos con la gente que llamamos amigos y familia los que nos hace poner una pausa a nuestra apresurada vida y poder disfrutar momentos.
Ese es uno de los grandes secretos de la vida, la amistad , porque una persona que no tiene amigos es una persona solitaria que tiene que pelear sola contra la vida y así es imposible ganar.
Otro gran secreto es poder conocer lo que es el amor.
Es muy importante que aunque sea una sola vez en nuestra vida podamos saber lo que es amar y ser amado siendo este el sentimiento mas puro y sagrado que nuestro corazón puede sentir.
Es imposible en tan pocas palabras poder explicar lo que significa la vida para mí, pero hago mi mejor intento porque quiero saber si otras personas que lean esto, pueden llegar a identificarse con mi idea o si la puedo ayudarlas.
Lo único que tenemos en esta vida no es ni el dinero, ni el estudio , ni un nivel social, ni un apellido ni nada material que nos distinga de otros sino que lo único que en realidad tenemos, que es lo único que vale, es la gente que tenemos a nuestro lado.
Esta gente ocupa varios roles: familia, amigos, amores.
Nacemos con aquellos que se llaman familia
Vivimos con aquellos que se llaman amigos
Morimos con aquellos que se llaman amores.
Toda esta gran diversidad de personas son la que en realidad llenan nuestra vida y no las cosas materiales, porque cuando lleguemos al final de nuestra vida y despertemos en un nuevo lugar, lo único que vamos a recordar y a extrañar van a ser a estas personas que estuvieron junto a nosotros y nos hicieron pasar gratos momentos que recordaremos. Porque esta va a ser la única manera de poder volver a vivir sin tener un cuerpo, solamente llenando nuestro alma de los recuerdos y del amor que estas personas nos dieron en nuestra vida.
viernes, 3 de octubre de 2008
jueves, 2 de octubre de 2008
Comienzo de un camino eterno
Me volvieron a agarrar esas ganas de escribir todo lo que sucede en mi cabeza. Esos pensamientos de las sucesos cotidianos que se escapan de la minima percepción, ya que al ser tan escasos a comparación de los momentos oficiales que uno registra como vividos, uno no se detiene a pensarlos.
De vuelta se creo en mí esa mirada particular ante lo vivido que me hace ver las cosas desde el punto de lo abstracto como hace mucho que no hacía.
Vuelven esos instantes en los que detengo el tiempo dentro mio para poder pensar que es lo que esta pasando a mi alrededor y me doy cuenta que volvi a leer a la gente.
Que es lo que pensaran de mí estas persoans que me rodean en el constante inmediato de mis dias y que apenas conocen la minima expresión de la amalgama de experiencias que soy.
Otra vez me detengo en mi silencio a observar lo que dicen y a oir lo que hacen. A meditar el punto suspensivo y a leer entre paréntesis.
Pense que esta cualidad estaba perdida por tantos momentos oscuros que ahogaron mi existencia por muchos años o por tantas pastillas recetadas que tome, pero al parecer no es así.
Voy a escribir de nuevo lo que mis ojos me permiten ver a un nivel que me llevo años de enteder y modificar. Un nivel de pasar la cosmovisión autoprogramada de la gente común que prefiere no ver las cosas como son ya que un simple cambio en su rutina de asimilación del destino, podría poner en jaque todo lo que conocen como vida.
De vuelta se creo en mí esa mirada particular ante lo vivido que me hace ver las cosas desde el punto de lo abstracto como hace mucho que no hacía.
Vuelven esos instantes en los que detengo el tiempo dentro mio para poder pensar que es lo que esta pasando a mi alrededor y me doy cuenta que volvi a leer a la gente.
Que es lo que pensaran de mí estas persoans que me rodean en el constante inmediato de mis dias y que apenas conocen la minima expresión de la amalgama de experiencias que soy.
Otra vez me detengo en mi silencio a observar lo que dicen y a oir lo que hacen. A meditar el punto suspensivo y a leer entre paréntesis.
Pense que esta cualidad estaba perdida por tantos momentos oscuros que ahogaron mi existencia por muchos años o por tantas pastillas recetadas que tome, pero al parecer no es así.
Voy a escribir de nuevo lo que mis ojos me permiten ver a un nivel que me llevo años de enteder y modificar. Un nivel de pasar la cosmovisión autoprogramada de la gente común que prefiere no ver las cosas como son ya que un simple cambio en su rutina de asimilación del destino, podría poner en jaque todo lo que conocen como vida.
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